Formación inmobiliaria antes de la crisis: Un primer e importante paso
Dentro del contexto del Plan de Formación Estatal 2004-2005 del Sector de la Intermediación Inmobiliaria en España, gestionado por la patronal AEGI y los sindicatos mayoritarios pudo disponerse de la financiación necesaria para acometer una acción complementaria denominada : «Investigación Sectorial de las Actividades Inmobiliarias» (1)
Dicho trabajo se realizó durante el tercio central del año 2006, dentro del marco de las Acciones Complementarias y de Acompañamiento al Plan de Formación 2004-2005 del Sector Inmobiliario en España y se presentó oficialmente a la opinión pública el 18 de Octubre de 2006, en la sede de la UNED.
El estudio realizado abordaba tres aspectos del sector inmobiliario: el económico―empresarial que fue presentada por Javier Martínez de los Santos, gerente de AEGI, el Análisis Ocupacional en el sector, que fue presentado por Calixto Corral y el Estado de la Formación en el Sector Inmobiliario que lo fue por nosotros mismos (2).
De uno de sus resultados concretos ―pues el informe es mucho más amplio― hablaremos ahora aquí. En concreto, de uno de los hallazgos de su investigación: aquél que se refiere a si los comerciales consultados han recibido formación inmobiliaria específica y, en caso negativo, cuál ha sido la causa de no haberla recibido. Se trataba con ello de saber cuál era la permeabilidad de la formación inmobiliaria en los comerciales del sector, en aquellos días.
¿Cuál fue la respuesta a esa pregunta?
La Formación inmobiliaria en el sector era residual
Pues de acuerdo con la investigación: «Dos tercios de los trabajadores del sector inmobiliario entrevistados han participado en acciones formativas relacionadas con su actividad profesional.»
Esta es la discreta noticia obtenida en ese informe. No decimos que no sea una buena noticia por sus resultados, sino que es discreta a causa de la generalidad de la pregunta en sí misma y de su falta de precisión acerca de los contenidos, duración y área de estudio en la que ha participado cada encuestado, que de haberse concretado en unas preguntas más nos hubiese dado información de mayor valor.
El informe es más extenso también en esta área y algunas cosas más diremos aquí, pero está claro que fue un primer ―y vacilante― paso en la dirección adecuada.
Véase uno de los gráficos que se aportaban en ese estudio. El gráfico recogía la respuesta la pregunta siguiente: ¿Ha recibido usted, en el último año, formación específica relacionada con su actividad? Y estás fueron las respuestas:
Aceptando el resultado como discreto ―para los que han contestado que Sí y no bueno por lo escaso de su contenido; las malas noticias― y esta vez son muy malas, vienen de parte de aquellos que el informe decía que no habían participado en ninguna. (Los del 27% que dicen que No.) Porque… ¿por qué dicen que no la han recibido? ¿Cuál es la causa? ¿Por qué no se han formado en los últimos tiempos?
Véase, en el segundo gráfico, del estudio indicado, las sorprendentes respuestas.
La respuesta a la escasa Formación del sector inmobiliario era desoladora
Nótese cómo, quitando las dos categorías que poco nos dicen la 5ª: Otros y la 6ª, NS/NC, y que sólo representan al 8% del total de los encuestados, las otras cuatro (el 92% de la muestra) merecen una reflexión sosegada. Pues la desolación de la lectura de sus respuestas así lo exige.
Siga con salud!
Miguel Villarroya Martín, a 27 de junio de 2016 / / Madrid/ España/ Ref.004 / ventasgrandes.com
Notas:
(1) Se trataba del llamado: «Investigación Sectorial de las Actividades Inmobiliarias»
(2) Todavía hoy, en junio de 2016, puede leerse la nota de prensa correspondiente a la presentación del informe. La importancia de este estudio se deriva del momento de su edición y aunque lo fuese por casualidad, el hecho es que al haberse realizado en el máximo momento del “Boom” refleja la realidad de esa época, inmediatamente anterior a la Crisis
(3) La imagen utilizada es de la portada del informe Sectorial indicado.