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Ventas Grandes

La Hipótesis del cazador: EL campamento.

22 de junio de 2024
Grupo de cazadores primitivos en su Campamento
Índice

1. El campamento del grupo de cazadores.

Otras de las ideas básicas de su obra es que la partida de cazadores, a pesar de su preminencia en la obtención de presas ─en la supervivencia del grupo─ no puede subsistir tampoco sin una base dónde refugiarse, el campamento. El grupo de cazadores surge del interior de una colectividad que ya estaba establecida. La colaboración y cooperación en las tareas de recolección ya se daba entre los integrantes de la comunidad de hombres desde siempre. La nueva necesidad de carne abundante, especializó una forma de cooperación que se tradujo en la partida de caza. (Y de recolección y exploración como hemos explicado anteriormente.)

No importa que el campamento (2) sea itinerante; aunque pudiera ser nómada, siempre existirá ese remanso de descanso.

El éxito en la caza “mayor”, posibilitó una mejor vida para el grupo, pero el campamento era básico también para la partida. Allí se descansaba, repartía y almacenaba el producto de la caza, se planeaba la siguiente partida, se preparaba más útiles de caza, se curaba a los heridos, se repasaban las armas, etc. pero también comían, se reproducían y participaba del resto de vida social de su grupo…al igual ocurre ahora: «Toda empresa moderna tiene su campamento además de sus partidas de caza. Alberga a todos aquellos que realmente no están concibiendo, haciendo y vendiendo el producto que aporta el dinero en nuestras empresas.» (1)

Nuestro campamento es nuestra oficina central, el lugar donde los captadores vuelven con el resultado de sus correrías, el sitio desde dónde salen a captar/cazar, el entorno donde pueden planear nuevas operaciones, el sitio donde hablan de las incidencias de la tarea, allí donde encuentran auxilio, formación, noticias y otros conocimientos para su tarea.

2. El conocimiento acumulado sobre la caza.

¿Y los viejos y lisiados por las incidencias de la caza? ¿O las mujeres embarazadas o los individuos enfermos? ¿Acaso eran alejados o abandonados por el grupo una vez que ya no le eran útiles para la nueva actividad de caza colectiva?

Puede haber habido grupos que así procediesen, pero no parecen haber tenido mucha suerte evolutiva. Por el contrario, las culturas que han llegado hasta nosotros, valoran la experiencia y el conocimiento acumulado por las personas mayores y socorren a los heridos o incapacitados total o parcialmente.

¿Pero no sería mejor para las actividades cazadoras, el estar formadas por gente joven, sana y fuerte?

─ «¿Qué ventaja de selección natural podría beneficiar a una partida de caza con viejos a los que cuidar, en lugar de un grupo joven, activo y libre con una rápida muerte a los cuarenta años que impida que los viejos sean una carga para los jóvenes? La respuesta ofrecida por el profesor Wynne-Edwars en Animal Dispersion in Relation to Social Behaviour es que las partidas de caza que se pudieron beneficiar de los conocimientos, experiencias, recuerdos y juicios de sus miembros deben de haber poseído una ventaja de selección sobre los que no fueran tan afortunados. Los ancianos son los custodios de una tradición cultural, una mezcla de conocimientos, experiencia, recuerdos y juicios, que son vitales para la supervivencia del grupo cuando este necesita adaptarse a una nueva situación.» (3)

Este es un punto del más alto interés, la experiencia acumulada en nuestro trabajo ─el Conocimiento que acumulamos ─ nos permite actuar mucho mejor que si no lo poseyéramos. En la actualidad uno de los objetivos principales de nuestras partidas de caza ─de nuestros equipos de proyecto, de captación, de venta, etc., ─ es la formación de aquella experiencia global de uso compartido por todos los equipos.

La “central” de conocimiento, el telar del conocimiento de Barabba y Zaltman (4) el conjunto del saber hacer de una empresa, es el recurso básico de nuestra actividad, ahora en nuestra sociedad postindustrial y al principio cuando éramos cazadores.

Pero no sólo la acumulación de conocimiento facilita la caza ─el logro de nuestros objetivos─ también nos dice quiénes somos, cómo hacemos las cosas en nuestras empresas o grupos y cuál es nuestra visión del mundo. (5)

La “central” donde acumulamos nuestro conocimiento, las bases de datos y la memoria viva de los integrantes de la empresa, es específica de nuestra organización y nos permite también sentirnos parte del grupo que la ha producido. Este sentimiento de pertenencia a un grupo con una misión superior a las metas personales de cada uno de sus integrantes se revela ahora ─al igual que en los tiempos oscuros de la caza primitiva─ el mayor factor de cohesión e inspiración del grupo.

3. El uso del conocimiento sobre la caza

Podemos encontrar, en la reunión de los tres elementos mencionados hasta ahora, la partida de caza (los equipos de proyecto, captación, ventas), el campamento (la empresa, la agencia inmobiliaria) y el Telar de Conocimiento, los elementos básicos de toda empresa, si bien en una forma poco convencional. Sin embargo, veremos más adelante un tipo de organización ultramoderna que no hace sino repetir la situación hiperantigua del primitivo grupo humano: la organización en rombo.

Muchas otras ideas interesantes pueblan el texto de Jay, A., desde sus modernísimas y actuales propuestas acerca de los equipos de trabajo, a sus comentarios sobre la agresión como explicación de muchas de las conductas que observamos en individuos y personas en situaciones de supervivencia o en casos de invasión de su territorialidad. Otras formas antiguas que perviven en la empresa son también presentadas y razonadas por él, pero no nos referimos aquí a ellas porque nos alejarían de nuestro camino. Como puede suponerse recomendamos vivamente el estudio de este, ¡plenamente vigente texto! ─a pesar del tiempo transcurrido desde su primera edición─, a todos nuestros inmobiliarios.

Seguiremos con ello; la Hipótesis de la Caza, con sus nuevas adiciones y descubrimientos, es fascinante y espero que lo motive a usted para salir ahí fuera, con el mismo antiguo espíritu de los primeros cazadores.

4. Despedida y notas:

Sin embargo, no olvide que, tras la identificación de todo lo valioso que la Hipótesis de la Caza nos puede ofrecer a los modernos inmobiliarios ─ como ocurre con cualquier clase de conocimiento─ este no vale nada … si no se usa. Por ello, cuando vayamos desentrañando aquellos valores ─que no olvide, nos han traído hasta aquí en un largo y peligroso viaje de dos millones de años─ tendrá usted que ponerse a pensar en usarlo… y en hacerlo realmente.

Me despido a la romana: ¡Siga con Salud!

Miguel Villarroya Martín / Arquitecto Técnico, API y escritor. / info@ventasgrandes.com / CAL ESTUDIOS INMOBILIARIOS S. L.

Notas:

(1) El hombre de empresa. JAY, A. Ediciones Destino. Barcelona 1978. Pág. núm. 119. (JAY, A. se refiere al equipo auxiliar del equipo básico de los comerciales.)

(2) Una descripción sobre los campamentos primitivos puede encontrarse en: Los campamentos base y los homínidos primitivos de POTTS, R, en muchos sitios, como por ejemplo, en: https://drive.google.com/file/d/1VSJ2jccZXQtrtloApJKCdTGdoiDrwHDT/view?pli=1 Le recomiendo su estudio.

(3) El hombre de empresa. JAY, A. Ediciones Destino. Barcelona 1978. Pág. Núm. 123. El texto de Vero Copner Wynne-Edwards aludido por JAY, A., puede encontrase con facilidad en Internet.

(4) La voz del mercado: La ventaja competitiva a través del uso creativo de la información del mercado/por Vincent P. Barabba, Gerald Zaltman y Traducción de Michel Angstadt. McGraw Hill

(5) ¿A QUIENES MATAN PRIMERO LOS ESCUADRONES DE LA MUERTE

Durante el último tercio del siglo pasado se conocieron una serie de matanzas en Hispanoamérica que tenían como victimas pequeñas comunidades indígenas. Además del horror que producían aquellos asesinatos, una cierta sensación de estupor aparecía cuando se comprobaba que había tantas o más muertes de personas ─ ancianos y niños incapaces de empuñar un arma ─ que de personas jóvenes o maduras que sí podían representar algún tipo de peligro para los asesinos.

Aunque todos los muertos eran inocentes, niños, jóvenes o viejos ─ ¿Por qué matar a personas mayores que no representaban peligro alguno? ¿Por qué se mataba a los viejos y a los muy jóvenes?

El crimen contra el grupo indígena se asociaba así a la maldad absoluta, el genocidio: pues en aquellas comunidades indígenas, la memoria colectiva, el idioma, la cultura e historia, los mitos y las costumbres, los recuerdos lejanos y, en definitiva, lo que les hacía ser como eran desde siempre, eran guardadas por las memorias de los viejos que las trasmitían oralmente a sus descendientes. Muertos los viejos, el conocimiento de todo eso se desvanecía pues se segaba la posibilidad de que los jóvenes supiesen quienes eran, de dónde venían y cuál era la visión del mundo de la cultura en la que habían nacido. Los asesinos pretendían ─sobre cualquier otra cosa ─ terminar con la cultura que odiaban.

La esterilización de mujeres jóvenes indígenas ─en nombre del moderno control de natalidad─ «con el fin de mejorar las condiciones sociales del resto de la comunidad indígena», tenía el mismo diabólico fin.

(6) La imagen destacada de esta postal es del creador eslovaco MYSHOUN, y se halla en el banco de imágenes PIXABAY, como imagen de uso gratuito bajo su Licencia de contenido. Véase en: https://pixabay.com/es/illustrations/ai-generado-grupo-tribu-cazadores-8627000/  A ambos agradecemos el permiso de uso de la misma, y les manifestamos nuestro respeto por su generosidad y talento.