
1. A la nave del estado puede faltarle Prudencia.
Todos los tiempos son, de alguna manera, difíciles, pero en todos ellos, la Prudencia debe de ser una de nuestras virtudes en el obrar.
Horacio usa la metáfora de la nave que navega por mares peligrosos para recomendarnos prudencia en su dirección. Nos habla de las pavorosas dificultades de su derrota, nos advierte que estamos solos frente a ellas y que de nada sirven las pinturas de dioses (creencias) con las que actuamos sin fundamento.
Medite en el poema y vea qué le sugieren sus líneas sobre su el manejo de su actividad.
Este que presentamos aquí hoy se halla en Carminum I, 14, se titula: A la nave del estado y es de Quinto Horacio Flaco. (65 a.C.- 8 a.C.) Poeta lírico y satírico latino, epicúreo romano, amigo de Virgilio y protegido de Mecenas.
2. El poema de Horacio: a la nave del estado.
- A la nave del Estado
- ¡Oh nave!, (1)
- ¿Vuelves a lanzarte a los peligros de las olas?
- ¿Qué haces?
- ¡Ay! No te alejes del puerto.
- ¿No ves cómo tus flancos están faltos de remos
- y que, hendido el mástil por el veloz Ábrego (2) ,
- tus antenas se quejan y, sin jarcias, a duras penas
- puede aguantar tu quilla el imperioso oleaje?
- Tus velas están destrozadas,
- y los dioses desoyen las súplicas
- que en tu angustia les diriges,
- por más que seas de pino del Ponto (3),
- hijo de noble selva,
- y te jactes de un linaje y de un nombre inútil;
- nada confía el marinero, a la hora del miedo,
- en los dioses pintados en la popa.
- Si no quieres ser juguete de los vientos,
- resguárdate en seguro.
- Tú, que ayer me inspirabas tedio,
- y hoy avivas mis inquietudes y deseos,
- evita los escollos del mar,
- del mar que baña las resplandecientes Cícladas (4).
3. Despedida y notas:
Aunque en esta oda, Horacio, se refiere al gobierno de la Nave del Estado ―al gobierno de Roma―, podremos, con provecho, tomarla también como referencia del gobierno de nuestras empresas.
En ella, nos advierte del riesgo seguro de salir a navegar ―a competir, decimos nosotros― con nuestra estructura desarbolada, en malas condiciones y con un conjunto de supersticiones o conocimientos inadecuados. El aspecto material de nuestra empresa, su infraestructura, sus medios de producción, sus sistemas de relación, etc. deben siempre de estar en el mejor modo posible. ¿Qué cuál es ese mejor modo?: aquél que le lleve a usted a mejores y más frecuentes ventas?
Analice esta cuestión y no olvide usted que todo lo que ha hecho hasta ahora y lo que ha llegado a ser y obtener, podría asemejarse a su popa: un cántico inútil a los dioses que rigen la Fortuna. Lo que está atrás, atrás queda. ¡A la proa, pues! Recuerde que nadie puede asegurarle el futuro y que nadie puede garantizarle que el buen o mal estado en el que se encuentra, vaya a durar siempre.
Nos aconseja también evitar mares desconocidos ―negocios en los que no dispongamos de los medios o conocimientos adecuados― pues si lo hacemos el viento turbulento deshará nuestra nave (empresa). Esta oda es pues un canto a la prudencia en el obrar.
Miguel Villarroya Martín, Texto inicial de 21 de octubre de 2013 , naufragado y recuperado hoy.
Notas:
(1) La nave es Argos, nombre del navío de los Argonautas, (navegantes griegos que salieron al mando de Jason, en busca del vellocino de oro) y es utilizada, desde Horacio, como una metáfora frecuente del gobierno del Estado ―la Nave del Estado― y en general, de cualquier organización o empresa.
(2) El veloz o raudo Ábrego era un viento que provenía de África y que impulsaba a las naves desde el Sur de Italia hacia el Ática.
(3) El Ponto era una importante colonia griega, que limitaba con el actual Mar Negro.
(4) Las Cícladas: extenso conjunto de islas del Mar Egeo. (Aquí podríamos asimilarlas al Mercado Inmobiliario con sus brillantes luces y sus turbios escollos.)
(5) La imagen destacada de esta postal es del ilustrador vietnamita MINH HO TRI, se halla en el banco de imágenes PIXABAY, como imagen de uso gratuito bajo su Licencia de contenido. Véase en: https://pixabay.com/es/illustrations/mar-tormenta-pa%C3%ADs-papel-8197999/ A ambos agradecemos el permiso de uso de la misma, y les manifestamos nuestro respeto por su generosidad y talento.