1. De los dioses que siempre escuchan
En uno de sus cuentos más famosos, Días de Ocio en el País del Yann (Idle Days on the Yann, 1910), Lord Dunsany nos dice (1) que entre los innumerables dioses que habitan las Tierras del Ensueño, sólo hay unos pocos que siempre escuchan a los hombres que les rezan. Se trata de los dioses menores que bendicen a la lejana Belzoond, «dioses pequeños y humildes, que rara vez envían la hambruna o el trueno a sus devotos».
Yo soy piadoso de otros dioses que, según creo, siempre escuchan… pero que pocas veces contestan a sus fieles. Aunque hace unas noches, después de rezarles y poco antes de dirigirme a las Tierras del Ensueño, creí oír sus voces.
Pero no, esta vez eran otros los que me hablaban, pues eran los benéficos y humildes dioses que bendicen las remotas llanuras de Belzoond por donde discurren las primeras y verdes aguas del Yann. Y esto es lo que me decían: ¡adelante! ¡navega sin miedo hacia la desembocadura del río! … y otras cosas que ya no recuerdo exactamente. En esa noche, dando vueltas, creí varias veces oír sus voces, pero el hecho es que venían a mí cada vez con menos intensidad… hasta que me dormí.
No recuerdo bien lo que me dijeron, tampoco eran instrucciones precisas ─ rara vez los dioses y oráculos lo son ─ pero creo que señalaban en una sola dirección, diciéndome que lo pasado está detrás de la línea de salida y a la próxima meta sólo se llega navegando hacia delante mientras salvamos los obstáculos que vamos encontrando.
Ya había oído algo parecido en otras parroquias pero la imagen del barco de mi vida fluyendo constantemente en las aguas del rio Yann, a bordo de “El Pájaro del Río”, hacia su desembocadura en los arrecifes del mar que llaman Bar-Wul-Yann, la Puerta del Yann, no se me han olvidado.
2. Pero no estamos en el Yann
Y las aguas en las que nos movemos en el sector de la Intermediación inmobiliaria son bravas, rápidas y peligrosas…
El frío de la Crisis y actual Recesión pueden haber congelado nuestras iniciativas hasta hoy pero es necesario que actuemos para cortar las amarras que nos ligan al pasado, que nos inmovilizan y no nos permiten navegar por aguas libres. Hay que volver a navegar hacia los objetivos que siempre hemos deseado. Tenemos que emprender un nuevo plan de navegación, establecer nuevas rutas, nuevos negocios, clientes y puertos hacia los que ir. Hay que seguir navegando por el Yann y por cualquier otro río en el que estemos.
La travesía ahora ya está siendo difícil y nuestros resultados no son los de hace meses. El frío se ha levantado y poco a poco está entumeciéndonos.
Hay que evitar la muerte por congelación (1) lenta progresiva
Pero si difícil resulta oír las voces de los dioses ─ incluso de los que nos escuchan ─ más difícil nos resulta a los hombres de estas Tierras de Vigilia hacerles caso ─ incluso a los que nos han demostrado sus favores en otras navegaciones ─ . Pero las gentes que habitan las lejanas llanuras de Belzoond en las Tierras del Ensueño aseguran que sus pequeños y benéficos dioses ayudan a los audaces, incluso a los que no les rezan, pues aman la navegación y a los que navegan, más que a los viven anclados en los puertos.
Despedida y notas:
¡A desamarrar pues nuestro barco! ¡Echémonos otra vez al proceloso mar que tenemos enfrente! Los dioses del Caos y de la Complejidad siguen y seguirán rugiendo un poco más pero tras sus oscuridades y tempestades se adivinan ya las benévolas caras de los dioses pequeños y humildes de Belzoond.
Sólo tenemos que dejar la orilla en la que estamos amarrados e ir hacia delante, hacia nuestro puerto de llegada. El río Yann está lleno de ellos.
Miguel Villarroya Martín/Arroyo de la Vega. / Madrid / España / RdP.001
Notas:
(1) Esta narración se puede encontrar en numerosas antologías de cuentos de fantasía. El libro original se llama Cuentos De Un Soñador y su autor es Edward John Moreton Drax Plunkett (1878-1957), décimo octavo Barón de Dunsany.
La imagen aneja corresponde a Ediciones Siruela. Madrid. 1986. Colección: La Biblioteca de Babel.
Échele una ojeada a este cuento en, por ejemplo: https://ciudadseva.com/texto/dias-de-ocio-en-el-pais-del-yann/
(2) La imagen destacada de esta postal es del ilustrador inglés Ken Williams, se halla en el banco de imágenes PIXABAY, como imagen de uso gratuito bajo su Licencia de contenido. Véase en: https://pixabay.com/es/illustrations/le%C3%B3n-cordero-acostada-nubes-cielo-8753843/ A ambos agradecemos el permiso de uso de la misma, y les manifestamos nuestro respeto por su generosidad y talento.